A día de hoy han pasado más de diez años desde que culminé mis estudios de Filología inglesa. Mi promoción, 2001-2005, podría haber sido la de 2001-2006, pues entonces se podían repartir los créditos en cuatro o cinco años, pero me entusiasmé tanto con las asignaturas lingüísticas que quise cursarlas todas cuanto antes. Todavía guardo todos mis apuntes y al abrir las carpetas de “Iniciación a la Lingüística”, “Inglés para fines específicos”, “Texto y discurso I y II”, “Crítica lingüística”, o de “Modelos gramaticales del inglés” me resulta inevitable evocar con cierta nostalgia no solo los contenidos aprendidos a lo largo de tantas horas de clase y biblioteca, sino también a mis compañeros y muy especialmente al conjunto de profesores que las impartieron y que sin duda hicieron las materias más humanas.
En el tercer año, disfruté de la beca erasmus en Cardiff, en la Universidad de Gales, donde viajé junto con cinco compañeros más de promoción a los que nunca olvidaré. Tras licenciarme, obtuve una beca a través de la Oficina de Relaciones Internacionales de la UGR para realizar un curso de verano de seis semanas en la Universidad de Loyola en Chicago. Una vez licenciada, me matriculé de los cursos de doctorado interdepartamentales que se ofrecían tanto por parte de la facultad de Traducción e Interpretación como por parte del departamento de Filología Inglesa y Alemana sobre “Traducción, Sociedad y Comunicación”. Ese mismo año trabajé como becaria en la ORI del complejo administrativo del Triunfo, lo que me permitió poder compartir en primera persona mis distintas experiencias internacionales así como abrir los ojos a la gran cantidad de oportunidades que desde la UGR se ofrecían a los alumnos para ampliar su formación en el extranjero.
Con los ojos bien abiertos pues, solicité los lectorados a Estados Unidos, me seleccionaron y en agosto de 2006 tomaba rumbo hacia la Universidad de Urbana-Champaign, en Illinois. Disfruté tanto y aprendí tanto en todos los aspectos que para alargar mi estancia tuve que solicitar admisión por cuenta propia al Departamento donde cursaba mi MA en “Hispanic Linguistics” al tiempo que ejercía como TA (teaching assistant) de español. La acogida y trato humano fueron excepcionales a lo largo de toda mi estancia en Estados Unidos y el estudiar tu propia lengua y literatura inmersa en la cultura americana me hizo comprender más profundamente cómo, pese a todas las diferencias habidas y por haber entre dos culturas tan diferentes, el ser humano es por naturaleza comunicativo, pero sobre todo humano, valga la redundancia. Por circunstancias personales, mi segundo año se quedó solo en un cuatrimestre más, pero el hecho de que la UGR confiara en mí dicho programa de lectorado ha sido posiblemente la más gratificante de mis experiencias en el extranjero.
En 2008 me concedieron la beca FPU del ministerio para realizar la tesis. Sin embargo, ese mismo año aprobé las oposiciones de secundaria y tuve que optar. La decisión fue muy dura, y siempre me quedará el pellizco de haber aparcado la tesis, pero también es cierto que desde entonces no he parado de disfrutar con mi trabajo como profesora de inglés a lo largo de diferentes centros de la provincia de Granada. Ver crecer a los alumnos es todo un placer que irremediablemente me recuerda cómo el tiempo sigue pasando para todos: me los encuentro a veces por las facultades y ahora son ellos quienes andan por las distintas oficinas de relaciones internacionales en búsqueda de nuevas aventuras…
Está claro que la base de todas estas experiencias radica en la pasión por el aprendizaje de la lengua inglesa y, por supuesto, en la formación recibida durante mis cuatro añitos de carrera. Finalmente, creo que lo único que me resta por hacer es agradecer esta iniciativa al departamento. Espero que esta nueva sección de “Alumni” pueda reunir a tantos alumnos como sea posible y que de alguna manera seamos nosotros mismos quienes vayamos dándole forma. ¿Nos seguimos en twitter? @mcarillap
En el tercer año, disfruté de la beca erasmus en Cardiff, en la Universidad de Gales, donde viajé junto con cinco compañeros más de promoción a los que nunca olvidaré. Tras licenciarme, obtuve una beca a través de la Oficina de Relaciones Internacionales de la UGR para realizar un curso de verano de seis semanas en la Universidad de Loyola en Chicago. Una vez licenciada, me matriculé de los cursos de doctorado interdepartamentales que se ofrecían tanto por parte de la facultad de Traducción e Interpretación como por parte del departamento de Filología Inglesa y Alemana sobre “Traducción, Sociedad y Comunicación”. Ese mismo año trabajé como becaria en la ORI del complejo administrativo del Triunfo, lo que me permitió poder compartir en primera persona mis distintas experiencias internacionales así como abrir los ojos a la gran cantidad de oportunidades que desde la UGR se ofrecían a los alumnos para ampliar su formación en el extranjero.
Con los ojos bien abiertos pues, solicité los lectorados a Estados Unidos, me seleccionaron y en agosto de 2006 tomaba rumbo hacia la Universidad de Urbana-Champaign, en Illinois. Disfruté tanto y aprendí tanto en todos los aspectos que para alargar mi estancia tuve que solicitar admisión por cuenta propia al Departamento donde cursaba mi MA en “Hispanic Linguistics” al tiempo que ejercía como TA (teaching assistant) de español. La acogida y trato humano fueron excepcionales a lo largo de toda mi estancia en Estados Unidos y el estudiar tu propia lengua y literatura inmersa en la cultura americana me hizo comprender más profundamente cómo, pese a todas las diferencias habidas y por haber entre dos culturas tan diferentes, el ser humano es por naturaleza comunicativo, pero sobre todo humano, valga la redundancia. Por circunstancias personales, mi segundo año se quedó solo en un cuatrimestre más, pero el hecho de que la UGR confiara en mí dicho programa de lectorado ha sido posiblemente la más gratificante de mis experiencias en el extranjero.
En 2008 me concedieron la beca FPU del ministerio para realizar la tesis. Sin embargo, ese mismo año aprobé las oposiciones de secundaria y tuve que optar. La decisión fue muy dura, y siempre me quedará el pellizco de haber aparcado la tesis, pero también es cierto que desde entonces no he parado de disfrutar con mi trabajo como profesora de inglés a lo largo de diferentes centros de la provincia de Granada. Ver crecer a los alumnos es todo un placer que irremediablemente me recuerda cómo el tiempo sigue pasando para todos: me los encuentro a veces por las facultades y ahora son ellos quienes andan por las distintas oficinas de relaciones internacionales en búsqueda de nuevas aventuras…
Está claro que la base de todas estas experiencias radica en la pasión por el aprendizaje de la lengua inglesa y, por supuesto, en la formación recibida durante mis cuatro añitos de carrera. Finalmente, creo que lo único que me resta por hacer es agradecer esta iniciativa al departamento. Espero que esta nueva sección de “Alumni” pueda reunir a tantos alumnos como sea posible y que de alguna manera seamos nosotros mismos quienes vayamos dándole forma. ¿Nos seguimos en twitter? @mcarillap