Mamen Rivera Estrella

2005
2010
Me llamo Mamen Rivera y enseño inglés por la radio y por Twitter. O algo así.

Todo empezó en octubre de 2005, cuando acababa de terminar el instituto y tuve que rellenar un papelito que decidiría mi futuro. A mí me entusiasmaba el inglés, así que mis únicas tres opciones fueron Filología Inglesa, Traducción e Interpretación y Magisterio de Inglés. En ese orden. Y las tres en Granada, porque también me entusiasmaba Granada. Me dieron Filología Inglesa en la UGR y desde el primer día supe que había tomado la decisión acertada.

Bueno, tengo que reconocer que el primer día de clase no fui a clase en todo el día. Llegué tarde y, como me daba palo entrar tarde a mi primera clase en la uni, me fui a la cafetería. Allí hice amigos en cuanto entré por la puerta; conocí a gente tan interesante que me quedé con ellos todo el día. Porque si algo hay en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Granada es eso: gente MUY interesante.

El segundo día sí entré a clase, porque ya estaba feo. Ahí fue cuando me di cuenta de que no sólo las alumnas y alumnos eran gente interesante. También lo eran las profesoras y profesores. Y también lo era todo lo que enseñaban. Así que me enamoré de aquello, claro.

Muchas veces me han preguntado qué carrera haría si volviera a empezar y siempre respondo que Filología Inglesa otra vez, sin dudarlo. Y no fue un paseo; era duro a veces, porque los profesores eran exigentes –considero que es una cualidad clave en cualquier docente– pero me daba igual, me compensaba. También era precioso todo lo que estaba aprendiendo y todo lo que estaba viviendo ahí.

En 2010, después de cuatro años allí y uno de eramus en Portsmouth, terminé y decidí que no quería ser profesora de inglés, que quería traducir libros y pelis, y cómics y videojuegos, y todo lo que se me pusiera por delante. Así que me pasé al “enemigo” e hice un máster en Traducción que me consiguió un trabajo chulísimo en una agencia pequeñita en Valencia donde también se daban clases de inglés. Ahí subtitulé y traduje todo tipo de cosas –¡porno incluido!– y hasta audiodescribí en directo obras de teatro para personas ciegas, algo absolutamente maravilloso. Allí también di clase, y descubrí que me gustaba –mucho más de lo que yo pensaba– enseñar y transmitir a otra gente mi pasión por la lengua inglesa.

Hasta que mi culo inquieto decidió mudarse a Madrid. Entré a trabajar como escritora en una editorial que publica libros muy divertidos para aprender inglés y así fue como me convertí en profe de inglés en diferido. Resulta que esta empresa además tenía su propia emisora de radio. Un día me dijeron: “Mamen, ¿quieres hacer un programa de radio?”; claro que quería. Así me convertí en profesora en directo y en las ondas, en un programa en el que, junto a una irlandesa y un madrileño, decido los contenidos y hago lo que me gusta. También creo contenidos para las redes sociales de la empresa. Tengo la suerte de pasármelo pipa trabajando.

Mañana no sé en qué estaré, pero estoy convencida de que será algo relacionado con el inglés, que me permita transmitir toda esa pasión por la lingüística, por la literatura y por todo lo que aprendí en Granada entre 2005 y 2010 gracias a aquella gente tan interesante que me lo supo transmitir a mí. Y también sé que cuando me pregunten qué estudiaría si volviera empezar contestaré, sin dudarlo, que Filología Inglesa en la Facultad de Filosofía y Letras de Granada.